con una claridad, batida a punto de nieve
y una sonrisa de amanecer reciente.
Mojado en ti, ensalivado y desleído
lentamente, para ser degustado
con el azúcar que tus besos
dejaron en mis labios.
Sin otro afán que guardar en mi memoria, el sabor que el amor
deja en sus bordes agrietados
y desgastados en un íntimo roce.
Violín afinado, sin duda,
cuerpo único y reciente, en la música
pronunciada por el silencio
y el estallido de un beso.
Alacena de esperanzas, tu amor
arde sin fuego, en la pirotecnia,
que el alma admite y reconoce
en cada uno de sus irisados colores.
Escrito en Junio 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz ".
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