que mis pies han recorrido
y mi sudor es el rocío que germina
en todo esfuerzo realizado.
Debo dosificar mi amor, la abundancia
atrae a los buitres y siempre piensan
que pueden hundir sus picos,
hasta encontrar el tuétano, a pesar de
seguir rotundamente vivo.
A pesar de mis muchas carencias,
aún me queda esperanza en mis
bolsillos vacíos.
No soy feliz y a nadie le preocupa,
es más...A nadie le importa.
El centro del Universo, creen algunos
que está en su ombligo y ni siquiera
les sirve su apatía, porque el cielo
y las promesas se hallan a años luz
y sus existencias se diluyen,
como un azucarillo en un mar
de café amargo.
Escrito en Junio 2017 por Eduardo Luis
Díaz Expósito."zuhaitz".
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