que un día te amaba.
Y con las mismas manos que te acariciaba, hoy te golpea
contra la almohada.
A ti, que diste a esa mujer, todo tu amor,
tu vida y comprensión,
que era tu enamorada
y hoy te grita: ¡ Calla, no vales nada!
Y sufres vergüenza amarga, callada.
A ti, que te insultan por ser diferente
y al patio no sales por miedo al fuerte.
Piensa que el fuerte eres tú,
porque tú tienes limpio tu corazón,
tu alma y tu mente.
A ti, que vas por la calle
y miras a un hombre
golpeando a un borracho
y éste se vuelve y te grita: ¡Qué miras,
payaso!.
Cierra los puños, abre los ojos,
que es comprensible sentir enojo.
¡Sal afuera! mas no grites al mundo,
que el mundo está ciego, sordo y mudo.
Grita al cielo, tal vez él te escucha,
que él sólo comprenda
cuál es tu lucha,
No pienses que estás demente,
al menos uno comprende,
que sabe que la violencia
venga de donde venga...
Al final es siempre la misma mierda.
Escrito en Junio 2017 por Joseba Diaz Expósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario