sobre un caballo enlutado
y un mar tibio y desmayado
sobre pechos juveniles .
Noche de jazmín y grana,
que en un beso silenciado,
sobre mi boca ha posado,
una belleza gitana .
Gitana de bruno pelo,
que cae sobre sus caderas,
nadie ha de amar tan de veras,
ni te ha de alcanzar el cielo.
Los celos no son hermanos
de la suerte en los amantes,
cambia la noche en semblantes
de envidias y amores vanos.
El acero en la cintura
y en la frente la obsesión,
de lograr el corazón
de tan gentil criatura .
Disputan como el carnero,
un amor que teje el hilo
de dos vidas, bajo el filo
de un golpe frío y certero .
Metales de furia fría,
navajas desenfundadas
y un cruce de puñaladas,
en una amarga porfía.
La sangre toda en el pecho
y la camisa rasgada,
en una pena morada,
con la muerte por derecho.
Les ha vencido el dolor,
en un imposible duelo;
el amor, blanco pañuelo,
defendido con honor.
Mas, no se ganan amores,
con la navaja o el sable,
que el verso cautive y hable,
de sus febriles ardores.
Que un labio selle besando
el amor, con grácil canto,
nadie enjugará tu llanto
si de amor, mueres matando.
Escrito en Octubre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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