que se abre camino en nuestros labios.
Busquemos la claridad,
aunque hiera nuestros ojos,
para salir de la penumbra, y aún así,
seguir representando una tragicomedia
sin guión alguno, sobre un escenario
que no hemos elegido, totalmente
vacío de aforo y sin aplausos.
Beber la hiel que queda
en el fondo de la vasija sin pensar,
ya que las mieles del Amor fermentan
y el dulce vino que ofrecieron unos labios ,
ahora es el vinagre macerado por la acritud
de un cuerpo sin alma.
La trama de la vida se compone de hilos enmarañados, en un boscaje
de senderos intransitados y enredarse
es tan fácil, como cometer perjurio, al creer
y pensar que la felicidad es un bien común
que disfrutamos.
Esta única verdad es tu tesoro y no está fuera,
ni siempre es compartida.
En realidad se encuentra dentro de ti.
Escrito en Octubre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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