que puedan ser vertidas, la observación
es sacar de su marco todas las impresiones,
para cotejarlas y volver a sentirlas
en un nuevo ámbito o en un nuevo marco.
El arte es precisamente, volver al origen
de aquello que nos emocionó,
antes de recrear sobre un lienzo, piedra
o papel, cada una de las fibras
de nuestro corazón, con las vetas de la imagen
que guardamos de esa experiencia,
en nuestra memoria.
No hay límites, para volver a reunir
cada uno de los momentos que componen
toda la obra de nuestra vida.
Quien es un mero espectador, no juzga,
bebe despacio cada segundo que brota
en su mente, sobre los trazos que definen
su destino.
Escrito en Octubre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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