un irremediable vértigo que nos precipita
al vacío.
Curiosamente, tratamos de llenar
todos nuestros vacíos, con cosas inútiles
y cuando nos precipitamos, olvidamos
el lógico temor al salto y el paracaídas,
para así evitar que nuestros cuerpos
al estrellarse, sean una masa deforme
sobre el asfalto y que nuestros nombres
queden poco tiempo en las memorias…
tan sólo como una canción que apenas
nadie recuerda.
Escrito en Agosto 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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