retocando las palabras, que sin ser dichas,
llevaban una carga de intención, para rescatar
del olvido la diáfana presencia
que precisábamos, para seguir siendo
nosotros mismos, con esa proyección innata
hacia aquellos que realmente nos importan.
Nosotros y ese cúmulo de circunstancias,
que nos permitan realizar el milagro
de los nuevos encuentros y retener
en nuestras vidas la amistad, allá donde
el amor yerra y fracasa, porque ante todo:
Somos, estamos y nos proyectamos
como luz que surgiendo del vacío,
recorre sin pies, todo ámbito, toda estancia,
llenando todos los huecos que precisamos
completar, con la libertad del Amor,
aunque se consuma nuestra espera
en la llama de la incertidumbre.
Escrito en Agosto 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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