a través de los cristales de mi ventana.
Hay una tensión de espera y una esperanza
que se extiende sobre las teclas de mi piano.
Recuerdo tus cabellos, acariciando mi espalda
y tu desnudez, mostrada ante un espejo
de añejos azogues.
Tan sólo el denso mercurio de tus ojos,
se derramaba sobre mi rostro triste y marchito,
ante tu marcha.
Dibujo sobre mi piano tu regreso, como
el traqueteo del tren, sobre las vías de hierro
y deseo abrazarte, como abrazo la música
que me inspira, el halo mágico de tu presencia.
Escrito en Agosto 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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