se construye ante el temor a la soledad.
El fuego es la angustia que consume el alma,
en una perpetua desazón.
El remordimiento es la voz, que del eco
de la conciencia, se repite golpeando
el atabal de la memoria y resuena incansablemente, alterando el sueño.
Escrito en Agosto 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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