y tu corazón bien lleno;
el dinero es el veneno
de quien el poder ansía.
El deseo siempre crece
y es vil, pues te compromete
a querer más y te inquiete,
no tener, pues envilece.
Cuando hay poder, no se piensa
que nuestra piedad se enfría,
nuestra alma queda vacía
y se llena la despensa.
Procuramos en la vida,
muchas cosas inservibles,
haciéndonos invisibles
siendo una causa perdida.
El estado de ansiedad
crece al igual que el poder
y nos impide crecer
en justicia y en piedad.
Creemos dar en el clavo,
obteniendo más riqueza,
perdiendo nuestra cabeza
y el poder te hace su esclavo.
Escrito en Agosto 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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