que, a mi corazón, lo embriaga
y mi voluntad naufraga
en los mares de tu amor.
Sólo soy un ruiseñor
que canta tus alabanzas,
volando en alegres danzas,
sobre un cielo redentor.
Soy amante y trovador,
cantando voy tus virtudes,
sujeto a mis inquietudes,
por declararte mi amor.
Ave que, cruzando el cielo,
vuela hacia tu cercanía,
por renovar cada día,
mi amor y mi desconsuelo.
Tus besos nutren mi aliento,
me dan vida y esperanza
en la calma y la templanza
que son mi anhelo y sustento.
Mi vida tiene el color
variado, de tu plumaje,
voy ligero de equipaje,
deslumbrado por tu amor.
Tus besos, me hacen soñar
tu boca, junto a la mía
y surge en mí, la alegría,
cuando te comienzo a amar.
Escrito en Febrero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario