un amor, como los de antes,
sin engaños, sin desplantes
y por horizonte, el mar.
En la calma de un segundo,
se puede hallar la quietud,
lejos de la multitud,
al descubrir, todo un mundo,
que nos haga desear
que el tiempo, se perpetúe
y que lentamente actúe,
sin tener que repasar
el fondo de la conciencia,
por amar, con la prudencia,
que hay que considerar,
si se trata de un amor,
que nace de nuestra alma,
con el tesón y la calma,
que brota del interior.
Amores que recordar,
para cerrar esa herida,
de una juventud dolida,
que no se supo expresar
y rendía pleitesía
a un ideal fantasioso,
porque resultaba hermoso,
actuar con cortesía.
El alba fue despuntando,
hallándome en soledad,
la cruel realidad,
sin duda me fue enseñando,
que el amor es un abismo,
difícil de franquear,
para comenzar a amar,
debes amarte a ti mismo,
Escrito en Febrero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“ zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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