crece una ciudad, bajo la sima
que de entre los montes, la aproxima
hacia un cielo inerme, sobre sus tejados.
Una explosión de luz, ha detonado,
como un firme propósito de estrellas,
bella es nuestra ciudad, entre ciudades bellas,
bajo un marco genial y constelado.
Nos vienen puntuales aguaceros
y la ciudad respira entre calores,
que dejan en sus calles, los ardores,
que son bajo la lluvia, prisioneros.
Hoy vuelve a respirar en sus vertientes,
en calma y en la paz de su suspiro,
las calles nos dibujan un papiro,
en piel, sobre sus rutas incipientes.
Y sobre sus cenizas van creciendo.
los vástagos e hijos de su anhelo,
para alcanzar las nubes sobre un cielo,
que por su juventud, van descubriendo.
Escrito en Febrero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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