porque por su procedencia,
todo movimiento es ciencia
en su total dispersión.
Cada átomo sentido,
corresponde a un movimiento
y hasta el invisible viento,
tiene un destino medido.
Todo es acción, nace el día
bajo la esfera terrestre
y es natural que se muestre
como una biografía,
a punto de completar
su ruta en la lejanía.
Un horizonte a otear,
cuando el claro día muere,
porque en el ocaso quiere
su corta vida, guardar.
Todo es cuestión de esperar,
ese nuevo amanecer,
en que empieza a florecer
el día, en su despuntar.
Porque todo es movimiento,
acción que no se entretiene,
amanece, marcha y viene
cuando ha llegado el momento,
en que brota una esperanza;
porque la vida es anhelo
y al vivir su intensidad,
sentimos su realidad
en los espejos del cielo.
Escrito en Febrero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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