¿Añoranzas tal vez? o ese vacío que trato de llenar con fingidas sonrisas.
El silencio es mi cómplice y ya es tarde para
remontar el vuelo.
Mis alas están rotas, y durante el último amor
declarado, la sangre obró el exorcismo, sobre
los labios que negaron su gélido beso.
Existen muchas formas de morir y la más cruel
se tiñe con la indiferencia.
Se abren todas las arcas de un corazón,
que adolece una pérdida inmediata
y mis ojos acuñan la tristeza con monedas
de escaso valor.
Mastico lentamente algunos segundos recobrados
y el tiempo me niega la luz
de tus ojos.
Hoy amanece con niebla, como tratando
de ocultar el deseo que fue creciendo
en mi interior, sin saberlo tú, e ignorando
el amor que quise compartir, a pesar
de las tormentas irracionales que separaron
nuestros cuerpos y nuestras almas.
La soledad es un vínculo entre la ilusión de tenerte
y la desesperación de no hallarte
en mi vida.
La luna crece lozana en el cielo y yo paseo mi soledad, perdiéndome entre mis versos de amor.
Escrito en Febrero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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