una lágrima de piedad.
Frente todo aquello que queda quebrado,
existen millones de corpúsculos de luz,
que declaran la existencia de una vibración eterna,
emergente desde las almas,
al producirse una escisión en su voluntad
de seguir prisioneras en un cuerpo inerte
e innecesario para la expansión de la luz.
Durante su viaje hacia recónditos parajes
de paz estática; en los cielos se dibujan
los arpegios, que la música emana
desde el fondo de todos nuestros anhelos.
En el silencio se van tejiendo los acordes
que suenan en la eternidad de la música
vibracional de las esferas.
Escrito en Febrero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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