cuyas respuestas ya conocemos?
Tal vez, pretendemos escuchar esa voz interior
que, suponemos que es la conciencia, con
una inteligencia, que adivinamos superior.
No nos escuchamos, porque nuestras voces
se pierden en el vacío, cuando no somos
respondidos por nadie.
Es esa sensación de aislamiento, la que
produce una mortal soledad, dentro de
una ambigüedad que no alcanzamos
a comprender.
La onda sonora de un grito, es la reafirmación
de nuestra presencia, llenando un vacío
que ocupamos y deseamos hacernos
visibles y audibles.
Un grito de vida o un clamor que estalla,
llenando cada espacio inerte, rayando
lo empírico o lo sobradamente manifestado.
La muerte es una ausencia de voz,
o esa inercia que nos arrastra hacia la nada,
produciendo en el ánimo, una soledad
no asimilada.
Nadie conoce el secreto del silencio, en la muda soledad.
El vértice de la existencia apunta hacia
un desgarrado grito que rompe la estructura
del silencio y se pronuncia una nueva vida,
nacida desde la oscuridad hacia una promesa
de luz manifestada.
Escrito en Marzo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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