sobre las alas del ángel de la inocencia.
Vuela con su sueño, por encima de las
miserias humanas, lejos del narcótico
de la razón y las etiquetas que llevamos,
para que los demás reconozcan en nosotros,
aquello que deseamos mostrar.
Mentiras adornadas, para vestir la desnudez
del alma, bajo el temor o la sospecha
de un dolor, que pueda cambiar nuestra
naturaleza humana.
Duerme, no despertéis a quien viaja
a otros mundos, donde la libertad de soñar,
no lleva anclajes, ni sujeción alguna.
Sumergido en las profundidades de sí mismo,
descubre una verdad.
Esa verdad intacta, no revelada, en el brillo
nacarado de quien se muestra desnudo,
pero a plena luz, con un fulgor sin sombra,
que impida desfigurar, ningún ángulo
que haya alcanzado una perfección sin aristas.
Duerme, o tal vez está despierto en otra
realidad inalcanzable.
El vuelo se inicia, cuando se suelta, y sin temor,
al cerrar sus párpados, ve todas
las maravillas que perdemos, al distraernos
con la primera imagen que recoge
nuestra mente, para ocupar nuestra memoria.
Escrito en Marzo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“ zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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