o la orilla de tu boca.
El dulce acercamiento de mis labios,
encontrándose en el suave y lento éxtasis,
al roce con los tuyos.
Dejando atrás el deseo y la inercia de la prisa
apresurada. El momento perpetuado,
en un beso largo y profundo, hasta calar
en tu alma y en tus huesos.
Fundido en ti, como el agua que moja
tus cabellos y acaricia tu cuerpo en un baño
de ternura, desde tu dulce piel, enredándome
en ti.
Con toda una noche para tejer suspiros
y anhelos, abrazados en un íntimo contacto,
orbitando un cielo soñado de noches eternas
y amaneceres iridiscentes.
Navegando sobre tus pupilas y ardiendo
entre las llamas del amor.
Consumido y recobrado desde mis cenizas,
para alzar el vuelo y quedar prendido
en tus pestañas, durante tus parpadeos.
Atrapando una emotiva lágrima con mis labios,
para posarla en tu boca y besarte de nuevo.
Estar y permanecer en ti, más allá del límite
de los pensamientos.
Escrito en Marzo 2025 por Eduardo Luis Diaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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