que nace de la razón,
cuando vence una emoción
y es una flor triste y mustia,
que no debemos cortar,
hay que saber esperar.
No hay ríos que la contengan
dentro de un razonamiento,
y es difícil, que prevengan,
porque en su desbordamiento,
la angustia, por ese deseo,
se trata de conseguir,
porque quiero lo que veo.
Mas, no es forma de vivir,
el deseo no es la meta,
sólo te engaña y sujeta
el pulso en tu corazón,
llevado por la emoción,
que se seduce y te inquieta.
Escrito en Marzo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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