el tiempo y el pulso de la historia,
sus cifras quedarán en la memoria,
con signos pasajeros de la vida.
Las cifras son las cuentas de color,
separan los segundos, ya vividos,
que quedan sobre el tiempo remitidos
y a veces, recordamos con dolor.
Su imagen y recuerdo, aún resuenan
en un frío silencio, sin sonido,
despiertas del letargo, aún dormido
y en tus mejores sueños, se almacenan.
Recibes un aviso, en la misiva
de algo, que te va a comunicar,
el lapsus que sentiste al despertar
de un sueño que no es más que una evasiva.
Tus pies tocan la tierra, te levantas,
te enfrentas a la vida cotidiana,
te vencen tu pesar y la desgana
y aunque no te apetece, tú lo aguantas.
Decides que otro día, es otra lucha
y toca combatir, porque se espera
que cumplas tu misión, que aún pasajera
será como el desagüe de una ducha.
Te acercarás de nuevo a la mirilla,
para saber qué queda por hacer,
rutina en cada nuevo amanecer,
que acaso, te sorprende y maravilla.
Si nunca te preocupas, no produces
no puedes subsistir, porque no es bueno
tratar de acaparar lo que es ajeno,
tu vida, es lo que vives y conduces.
Un ábaco de cuentas, a diario,
registra en la experiencia un tiempo leve,
el paso por la vida siempre es breve,
sus cifras no están en tu calendario.
Escrito en Marzo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz".
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