martes, 25 de marzo de 2025

Bajo las estrellas.

Se produce un prodigio de luz, sin incandescencia. Sólo el fulgor prístino,
con la calidez del roce de astros,
 que establecen dos cuerpos puros 
en su desnudez, sin abalorios, ni secretos 
que ocultar.


En el ejercicio del acercamiento 
de dos órbitas, que convergen 
en un mismo espacio, 
existe una radiante ternura, que ejerce 
una atracción tan maravillosa que,
un horizonte es el labio que aproxima 
una boca hacia otra, para sellar el amor 
en el estruendo de un beso.


En esa ruptura del silencio, 
se encuentran notas en suspensión, flotando 
en una armonía celestial, que el alma recibe 
a través de los oídos.


La noche cruje bajo las estrellas,
 en esa ausencia de luz hiriente y deja un lugar 
privilegiado al tímido fulgor, que va creciendo 
en la piel acariciada.

Escrito en Marzo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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