sábado, 1 de junio de 2024

El eco grita al silencio.

La voz que emite se esconde,
buscando un vacío en el hueco 
que deja sin duda el eco,
pero es travieso y responde.


El eco es la resonancia 
que va a intentar esconderse,
mas, no consigue perderse,
crece la voz en su estancia.


La voz que estuvo perdida,
recobra su brillo al pleno
y a ese vacío obsceno 
lo colma de fuerza y vida.


Obsceno es el silencio,
todo concluye y termina,
fluye en lo que imagina 
y en el sonido presencio…


la voz, que no halla motivo, 
ni forma, sólo expresión,
se despacha en su intención 
y declara que estoy vivo.


La voz vibra y se difunde 
al eco con su sonido,
aquello que fue percibido,
al vibrar, se nos confunde.


El eco es alma callada,
voz vital en la expresión,
que brota del corazón 
y se dispersa en la nada.


Escrito en Junio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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