con la plata en sus espejos
y se divisa a lo lejos,
la luna con su candela.
Las estrellas son ojillos,
que hacen sus guiños traviesos
y por un rumor de besos,
encienden sus farolillos.
A media luz, los amantes
se hacen promesas de amor
y la noche en su esplendor
lleva notas delirantes.
Que sueñan con el arrullo
de una tibia y suave brisa,
la noche pasa deprisa,
silenciosa en su murmullo.
Escrito en Junio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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