martes, 11 de junio de 2024

Desolados campos de batalla.

Las medusas descienden desde los árboles 
sin ojos y el viento las propaga, como flores 
sobre los campos de color carmesí.


Se escucha por fin alejado, el estruendo 
de las impías bocas de metal, 
que han escupido la ira irracional 
de un género humano, que ha perdido 
su conexión con el universo creado.


Se ha embrutecido y en su canibalismo,
no se ha dado cuenta de que se devora 
a sí mismo.
Las blancas plumas de las últimas aves,
descienden sobre la tierra, como copos
de nieve, esta vez teñidas con la sangre 
que ha fluido después de cada disparo.


Inútil carga, para unas conciencias,
paralizadas por el propio horror cometido 
desde sus álgidas y crispadas manos.
Su boca no volverá a hacer una nueva pregunta, porque en sus sordos oídos,
no caben respuestas a tal atrocidad,

Escrito en Junio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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