domingo, 23 de junio de 2024

Todo es causal y nada es casual.

En el bien como en el mal,
nada ocurre sin motivo 
y nuestra vida es testigo 
de que todo es causal.


Es dicha disparidad 
sucede que toca techo 
lo torcido y lo derecho 
con la misma dignidad.


La acción y la consecuencia 
están dentro de tu mano
y en un idéntico plano
llegan hasta tu conciencia.


Y no es ninguna advertencia,
sabiendo que su razón 
varía con la ocasión 
que contemple tu prudencia.


La casualidad no existe,
todo es causal, pues se entiende 
que de toda acción depende 
no caer en el despiste.


Y saber, que en cada paso 
o acción, que al fin se produce,
sin duda alguna conduce
al éxito o al fracaso.

Escrito en Junio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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