mas, no será esta vez por la tristeza,
sino por el gozo que explota en mi cabeza,
la alegría que a veces me recompensa.
La añorada alegría que, olvidada
la tenía en un recuerdo muy lejano,
un amigo me ha tratado como hermano
y mi alma se ha sentido desbordada.
Ha sonado su violín con la cadencia
de un latido, atrapado entre sus cuerdas,
con tu suave tañido, me recuerdas
la pureza de tu alma en excelencia.
Hoy pretendo llorar, para calmar
a mi pecho, que se siente desbordado,
de seguro que otras veces he llorado
o sentía que podía sollozar.
Por tu música me elevo con el canto
y te alabo, generosa es tu virtud,
que destaca de entre toda multitud,
mitigando la apariencia de mi llanto.
Escrito en Junio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
Dedicado a mi hermano Omar Ben Lhamar.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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