el aislamiento sólo te permite,
sentir que tú eres quien se remite
cambiando hacia otra perspectiva.
No es la soledad una agonía,
no pienses que estás desconectado,
decides quedarte en otro lado,
estando en tu propia compañía.
Acaso, sí de ti te has olvidado,
vivías para y por otras personas
y sin darte ni cuenta, te abandonas
te tienes cruelmente sentenciado.
Así, cuando se pierde a un ser amado,
te queda en esa triste situación,
sentir que estás en la desconexión,
perdido y a la vez desorientado.
Estás justo en el borde del abismo,
ignoras que tendrás que comprender,
que hay algo que jamás vas a perder,
sí entiendes que te tienes a ti mismo.
Sí llegas a sentir tu realidad,
jamás has de perder ese momento,
de estar gozando sobre tu elemento
y no temer tu propia soledad.
Desde el umbral que brota cada día,
te sentirás que, por tu humanidad
podrás saber que ya no hay soledad,
disfrutas de tu propia compañía.
Escrito en Junio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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