viernes, 14 de junio de 2024

Como agua en el fluir del tiempo.

Hubo una edad en la que el agua enmudeció.
Se enfrió su corazón, transformándose 
en estrellas de cristal.
El periodo de Ragnarok, detuvo el tiempo 
hasta que la primera verdad de la vida
resucitó, colmando de flores el angosto 
ámbito helado.


Al agua se le conmovió su frio corazón 
y con su llanto, se fueron deshaciendo 
los cristales que detuvieron su risa cantarina.
El agua volvió a brotar, pura, límpida,
formando espejos bajo el sol, en los cauces 
de los ríos y en la quietud de los lagos.


Bramó furiosa en los tormentosos mares
y la voz de la vida, interpretó su melodía 
en las precipitadas cascadas
 y en el repiqueteo de la lluvia que, 
desde los cielos descendía, para empapar 
la tierra estéril y pudo así germinar los frutos 
que la naturaleza otorga a su paciente calma.


El agua es vida, emociones desbordadas 
y un renacimiento en el eterno fluir 
de un tiempo insomne.

Escrito en Junio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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