ante la sorpresa de carecer de una boca,
desde donde se pueda propagar un grito
de alegría, ya que el pasajero
no lleva pasaporte, ni un contrato
de residencia permanente.
Los pies descalzos se impregnan
con las cenizas de los crematorios
y no nos gusta caminar con llagas
entre los dedos.
El excesivo calor es la última fase
de la ira incontenida del fuego que,
rabiosamente bebe el aire para alimentar
su combustión.
Las cerezas son rojas gotas de sangre,
que caen sobre la tierra, para ser picoteadas
por las aves del destino.
Escrito en Junio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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