va flotando sobre aguas turbulentas,
una vida que transcurre en horas lentas,
deshaciendo sus tejidos en la bruma.
Con su frívola actitud, siempre serena,
agota el tiempo, que nos ha marcado un día,
el silencio que llenó de algarabía,
una voz, que declamaba a boca llena.
Hoy se agrava el gesto amplio, en ese puerto,
que arribamos al llegar junto a la casa
y en la espera, se consume en fiera brasa
ese fuego que en cenizas, yace muerto.
Con la simple tristeza que me habita,
alzo al viento, mi palabra necesaria,
por sincera en la honradez y lapidaria,
porque se, que alguna gente necesita
revocar con blanca cal, esa tristeza,
que nos llena con dolor el alma entera,
pues, si es larga y angustiosa, toda espera,
es amable todo gesto de nobleza.
Y hago todo lo que siento que es posible,
en el tiempo que dispongo y necesito
para alzarme ante la vida con un grito,
que tal vez pueda sonar incomprensible.
Hoy le grito a la vida, porque miente
ese tiempo, que ahora pasa galopando,
y se queda absorta, muda y esperando
a que brote de su seno, otra simiente.
Escrito en Diciembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz “.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario