y el fuego que la consume,
hacia el exterior lo expulsa,
pero es algo que no asume.
Hay una ardiente tormenta
que el cielo, no se merece,
el humo que la sustenta,
tristemente lo oscurece,
No habrá piedad que remita,
en toda naturaleza,
porque el fuego que vomita,
es de una extraña dureza.
Así sucede en la vida
y de idéntica manera,
una pasión desmedida,
es tan letal y tan fiera
que, donde hubo belleza,
el terror va desafiando.
y es tan cruel su fiereza,
que nos va desintegrando.
El amor es suavidad,
dedicación y ternura,
compromiso en la verdad,
hasta llegar a su altura.
Ese instante irrepetible,
queda sobre la memoria
y puede ser predecible,
que sea tu propia historia.
Escrito en Diciembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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