martes, 24 de diciembre de 2024

Una fuente de amor inagotable.

Nunca se agota el amor,
pues dentro del alma, brilla
una dorada semilla 
con un vivo resplandor.


Tomo tus manos vacías,
entre el hueco de mi pecho 
y al compartir nuestro lecho,
las uno, junto a las mías.


Con mis labios acaricio
en tu cuerpo, la tersura 
de inusitada ternura,
en un tiempo que es propicio.


Como en las olas del mar,
encontramos en la calma,
ese contacto del alma,
cuando se dispone a amar.


Te beso con sutileza,
acaricio tu cabello 
y es un instante tan bello,
que nada sobra o tropieza.


Una lágrima furtiva 
se escapa por la emoción,
que brota del corazón,
en manantial de agua viva.


El amor, de nuevo viene 
a recrear el momento
que de la vida es sustento,
para quien lo siente y tiene 
en un ardiente granizo,
esa magia del hechizo,
que se comparte al amar.


Escrito en Diciembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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