con la mirada puesta en el horizonte.
Buscar el sol en el puro reflejo
de un amor, tan sincero como las madejas que se devanan sin prisa
y se va alargando el hilo continuamente,
con el cuidado de no romperse.
Es saber que la determinación
nos endurece el carácter, a pesar
de todas las equivocaciones posibles.
Marcando un sendero, abrimos entre
la maleza, un rastro de luz hacia
otros empeños.
No valen las alegorías, cuando la lluvia
hace barro en la cuneta y las piedras,
son cómplices mudas en nuestro camino.
Caminar es crear camino, alzar el espíritu
por encima de todos los surcos, que dejan nuestros pies.
Siempre ha de llegar antes que nuestros
pies, los ojos anudados con
el pañuelo, donde guardamos todas
nuestras ilusiones.
Escrito en Marzo 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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