te daré mi corazón,
sin más meta, ni intención
que tu aliento, como brisa.
Porque en tus ojos, cautivos
los míos se habrán quedado,
en ese tiempo extasiado,
siendo la causa y motivo.
Sonrisa de luz de vida,
imagen, que en lo mineral
siento eterna y sideral,
en media luna perdida.
Sonrisa de cascabel,
de blancos dientes, frescor
que es hálito de un amor,
sin ornato u oropel.
Que siento sobre la piel,
como una voz susurrante,
quiero guardar ese instante
de puro sabor a miel.
Escrito en Marzo 2027 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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