si abres tus brazos y tu cuerpo
se proyecta hacia el mío,
como una levedad de agua discurriendo
hacia una roca oscura y triste.
Con los huecos abiertos en el hielo
y con la sed de ser blando
en arenas minúsculas, donde puedan
deslizarse cada uno de los segundos
que bebamos juntos.
Escrito en Marzo 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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