de aceite, botellas que llevan
la presencia verde de la tierra,
en su interior.
Se intuye el misterio en su fluidez,
antes redondo fruto o promesa
de transformación, como semilla de vida.
La luz está presente, dormida en el seno
de la tierra, expectante ante una mano
que pueda prender la mecha
de un candil, para seguir su resplandor
en todas las órbitas, emulando
a cada estrella, que guía nuestros pasos
en la noche.
Escrito en Marzo 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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