de quién detiene el paso.
Enemigas del ocio y del agua y el fuego,
atrapan los segundos en la labor,
construyen en tiempo y lo enhebran
en una proliferación de instantes
encadenados.
Disecan las apariencias y en un movimiento orbital, cercenan los bostezos de la pereza, para asegurar
la supervivencia.
Las voluntades cobran nueva vida y acción y en un último esfuerzo,
se aúnan las conciencias.
Escrito en Marzo 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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