límite sin aristas, que a la razón rescata
y a la hipocresía ofende.
Claridad única en miradas o reflejos puros
del alma, que se sabe y se conoce
en una paz extrauterina,
que no trata de vencer, sino de mostrar
la pureza del agua a través de una mirada
sincera.
Me seduce y me arroba en un dulce embeleso,
la contemplación de tu rostro, tus labios
besando infinitos, en el aire que respiras
y retornas con la calidez de tu aliento.
Me nutre el ánimo, tu espíritu volátil y aéreo
de inequívocas constancias de amor,
que anega dulcemente, la calma
de un instante.
Enamoras al lecho de la tierra, donde nace
la belleza de las flores.
Belleza que bebes del manantial de tu bondad
y de ella brotan las flores más hermosas.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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