El manantial de las emociones, cae lentamente
sobre mi pecho sobrecogido y hay un suspiro
detenido en el borde de mi boca.
Amo tu rostro puro, que refleja el alma
de un ángel, atrapado en un cuerpo de mujer
y me río del diablo y de sus tentaciones,
pues tan sólo con la contemplación
de tu rostro, imagino el cielo y no temo
a la muerte.
Basta un segundo de atención de mi mirada,
hacia tu cuerpo radiante, para ver nacer
el sol dentro de mi corazón.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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