para agotar un tiempo, que deseo
que pase pronto.
Sin temor a mi suerte, sin temor a la muerte.
Apagando todas las mechas encendidas,
para que no exploten en la ira, los malos
recuerdos; incendiando el aire que contenga
el hedor de la pesadumbre.
Divaga mi ánima en todas las contemplaciones
fugaces y camino sin volver la vista atrás,
para no convertirme en estatua de sal,
porque la sal… escuece en las heridas.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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