Acaso beber todas las lágrimas de amargura,
sea como intentar vaciar todo el mar.
La amargura produce sed y la sal
de las lágrimas no la saciará.
Frío el corazón que vibra en mi,
niebla en mis ojos y una letal tristeza
en el alma.
Se pueden tener todos los objetos
de valor posible en tu casa, y sin embargo,
nada puede colmar el vacío de tu corazón.
Cabalgo con mi pena sobre la grupa
de un caballo famélico y apenas me quedan
ganas de vivir, si no fuera por algunas
fugaces y efímeras alegrías, para romper
los reflejos de un cristal amargo
o los espejos empañados.
Basta con un poco de claridad,
desde unos ojos de límpida mirada
o una luminosa sonrisa, que rompa la rutina
de un silencio encapsulado en una soledad,
que muerde, como muerde la ausencia,
o esas ganas de compartir, vivir y amar
sin reservas, hasta llenar el alma y vaciar
totalmente mi despensa.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz “.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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