crean sombras inexactas, sobre la claridad
de las mentes debilitadas por falsos augurios
y supersticiones.
En el quicio del ángulo oscuro,
hay una cuchara sucia, porque el hambre
no supo sobreponerse a la necesidad
y los falsos manjares vaciaron las bocas,
que no los apetitos.
En una divagación enfermiza, la fiebre subió
hasta el ático, donde las aves distraídas,
anidaban con felices trinos.
Buscamos, sin resultado en las arcas vacías
o en los cajones de la alacena, algunas migas
de pan, que cayeron de la última hogaza
compartida.
La extrema delgadez del cuerpo, crea biseles
en las ventanas que dan al patio
y los recuerdos emergen severamente afilados,
para cortar un día de ayuno y permitir
que broten flores de pan y miel, bajo un sol
de encendido color, que esperamos…
destiña sobre nuestras mejillas, los tonos
que reflejan un óptimo estado de salud.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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