ojos que miran, ingrávidos, tristes,
anhelan el tiempo, desde que te fuiste,
dejando mi alma en el desconsuelo.
Vacío enorme, boca sin dientes,
beso que se escapa despavorido,
trozo de carne en cristal herido,
verdades que niegas o acaso mientes .
Mandil descosido, manos desnudas,
que el abrazo imploran, de unos brazos yertos,
como agua de lluvia sobre los desiertos,
voluntad que merma, llenando de dudas.
Duda que nos mata, nos hiere y consigue,
perder nuestra fe, imitando el canto
del ave que vuela, así fluye el llanto,
lágrima seca, que al dolor obligue.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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