toco tu mano de estrella. Mágico pentagrama
de dedos que se alargan hacia el infinito.
Sortilegio de caricia o leve pulsación,
que al corazón invita.
Silente mano que pronuncia sin voz,
ecos de ternura, donde el pecho
llena sus cavidades de alegría alborozada
y transmuta el lamento en el azúcar
que queda entre los labios,
después de un beso.
Durante la calma, esa pausa medida
en tiempo y cadencia, que no conoce
límite alguno, sino la inconsciencia
de la arena que cae precipitándose
entre los dedos o ese agua
de emociones vivas, que fluyen entre tus muslos, que en mi ojos absortos, retengo
en la contemplación de tu belleza.
Belleza que mantiene la serenidad
de un tiempo, que duerme en todas
las ensoñaciones, cuando tomo tus manos
entre las mías y juego con tus dedos,
mientras acaricio con mis ojos tus luminosas
pupilas.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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