miércoles, 1 de marzo de 2017

Suspiros y caricias tañen tu cuerpo

Amar es una ecuación, cuando se resuelve un problema de áridos 
sobre la extensión de un cuerpo.

Y ese cuerpo se funde en el crisol
de un abrazo, forjado en una pasión,
que arde en tu interior, sin quemar
el ánima que lo origina y las horas 
pasan horneando la masa moldeada
por los besos y los abrazos.

Las caricias brotan desde los brazos 
hasta las manos y son las yemas
de los dedos, las que tañen los suspiros 
sobre el violín afinado 
de tu receptivo cuerpo.

Escrito en Marzo 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".

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