en la escollera de los naufragios inútiles,
vuelvo a sentir las olas, rítmicamente
estrellarse contra la impasible roca.
Roca horadada de viento y agua,
pronunciada con la dificultad
de la rigidez de una lengua de piedra
extendida hacia el mar.
Hermoso es el suicidio de la vida,
buscando una respuesta en la muerte.
Cojo el ritmo para la danza,
donde la vida cesa su tiempo,
después de volver de sus quehaceres.
Escrito en Julio 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz ".
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