que produce el paso de una riqueza
no observada, aceptada o vivida.
De su detritus nace el caldo de cultivo
de una nueva y sórdida experiencia,
pero hasta en su fermento, puede haber
fuego fatuo, para iluminar
nuestro camino.
La miseria es consecuencia de no saber
crecer desde la inmundicia a un plano
de existencia, donde nada pueda
herirnos.
Sabed que siempre hay una ínfima
posibilidad, para alcanzar una estrella,
sin cortarnos con sus aristas,
ni pincharnos con sus puntas.
Escrito en Julio 2017 por Eduardo Luis Díaz."zuhaitz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario