durante el insomnio y mis ideas
crecen en otras direcciones.
Se marchitaron algunas ilusiones,
que como flores secas, guardé
entre mis libros favoritos
y escucho muchas palabras que vienen
en los libros de autoayuda y que
realmente nadie las cree.
Dar una imagen de paz interior, es inútil,
cuando en tus pupilas veo
un mar interno, que se agita convulso
y trata de expresar, lo que realmente
siente.
¡Qué nadie sepa de mi sufrir!.
¡Qué todos admiren mi fingida felicidad!.
Nadie enjugará mis lágrimas perdidas
sobre la almohada, cada noche,
en soledad.
Cuando nadie me ve, ni me siente,
mi corazón se sincera y vibra
con otro latido, voz al fin que se perpetúa
en un eco, perdido en la eternidad.
Escrito en Julio 2017 por Eduardo Luís Diaz Expósito."zuhaitz".
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